Día 15 de diciembre a las 15:30, papabitxo se hace una maleta con destino desconocido. Babybitxito en casa de los abuelos y mamabixto loca de los nervios por la sorpresa.
Es su cumpleaños, se lo merece todo y había reservado hacía unos meses en un sitio único en el mundo para asegurarme la habitación. Así que cogemos el coche y nos quedan casi 4 horas de camino por delante. Está tan contento que pone Alejandro Sanz (soy fan desde los 12 años) y se pone a conducir sin preguntar.
Llegamos cansados pero emocionados. Estamos en pleno desierto de las Bardenas Reales, en Navarra. Hasta que no supe del hotel Aire de Bardenas, tengo que decir que, no sabía que existía esta maravilla natural en España, pero existe. Papabitxo tampoco y aún se estaba preguntando qué hacíamos allí.
Dormir en una burbuja
Entramos, una chica muy amable nos da nuestro Kit de supervivencia lunar para entrar en la burburja. Alucinante. Hay que estar atentos a cómo abres y cierras para que no se deshinche así que prestamos mucha atención a la explicación. Llegamos tarde así que con una linterna accedimos a la burbuja, nuestra burbuja. Está perfectamente acondicionada para dormir en invierno, no sólo ves las estrellas sino que ¡estás calentito!
La experiencia es mágica. Después de cenar, nos acostamos y no queríamos ni dormir (y eso que podíamos hacerlo del tirón). Al ser un desierto, no hay contaminación lumínica. El cielo estaba despejado y aquello era un mar de estrellas. No entendemos de constelaciones pero la osa mayor la reconocemos y allí estaba, encima de nosotros. Y el colofón final fueron dos estrellas fugaces que pudimos ver los dos claramente.
Papabitxo se despertó al amanecer y me despertó con una sonrisa. Pudimos ver cómo salía el sol entre los molinos eólicos del parque natural. Después de despertarnos, nos pusimos unos antifaces que nos habían dejado en las mesitas y seguimos durmiendo.
La burbuja a parte de la estancia principal con la cama y dos mesitas, tiene dos compartimentos más. La entrada, donde se puede dejar la ropa, y el lavabo, con una ducha. Ya en el exterior, y en la parte delantera, una mesita con dos sillas para que puedas seguir disfrutando de las vistas tomando una copa de vino bajo las estrellas. Eso sí, hay una línea que no puedes traspasar para proteger la intimidad de todos los visitantes.
Dormir en un cubo y bañarse a 5 grados
Ya que íbamos hasta allí, reservé una segunda noche pero pensé en cambiar de habitación, volviendo a la atmósfera terrestre. La verdad es que fue una muy buena opción para acabar de descansar. El hotel a parte de las burbujas, tiene una serie de cubículos con vistas para contemplar el desierto. Algunas de las habitaciones, disponen de grandes bañeras exteriores para darte un baño calentito en contraste con el frío. Si prefieres mayor privacidad, también hay habitación con bañeras en patios interiores.
Esta habitación es como seguir estando en un oasis, pero esta vez con el confort de una habitación de un hotel de lujo.
El hotel
Para mí le daría el premio a la calma y a la paz pero la espectacular arquitectura del hotel y su diseño, han hecho que ya haya ganado más de 30 premios y tengan huéspedes de todo el mundo para vivir la experiencia lunar.
Tienen una piscina exterior, parking gratuito y un huerto propio, donde cultivan hortalizas y verduras para su propio menú en el restaurante. Nosotros desayunamos y cenamos allí, y podemos decir que la gastronomía también merece la pena.
Está situado en el desierto de las Bárdenas Reales que ocupa más de 400km, el desierto más grande de Europa. Es un paisaje tan espectacular, que ha servido de escenario para series como Juego de Tronos.
Si a parte de vivir una experiencia única en un hotel diferente, te gusta la fotografía, el senderismo o las rutas en bicicleta, esta es tu escapada.
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Un beso,