Es más que probable que el titular haya despertado en vosotr@s varias reacciones. Una de ellas será… ¡pues imagínate ser Madre! Habrá otras como ¡no es para tanto!, el famoso ¡pero compensa! o el ¡cuánta razón tienes! Sin duda, todas son ciertas. Cada uno vive y siente las cosas de manera distinta. Si me lo permitís me centraré en las dos que, desde que soy padre, están teniendo más impacto en mí:
¡Pues imagínate ser Madre!
Desde mi punto de vista, está mal enfocada. Los sentimientos son únicos e individuales además de no comparables. Cada uno vive y siente las cosas de tal forma que, lo que puede hacerte mucho daño a ti, a otra persona ni le pueda afectar. Todo depende siempre de con qué lo compares. Si nunca has pasado por quirófano, la extracción de una muela puede parecerte algo insoportable, pero si has tenido un cólico nefrítico, el dolor de muelas te resultará de risa…
Según este planteamiento y teniendo en cuenta que, en principio, ninguno de los dos ha sido madre o padre previamente, debemos ser capaces de empatizar con el otro. Entender el sentimiento de mamá y papá en cada momento, hablar (hablar mucho, muchísimo) y saber cómo se encuentra tu pareja dada una situación concreta. Esto es lo único que mantendrá viva la relación una vez llegue el bebé y la situación familiar cambie. Y ¡sí! Es importante mantenerla viva porque los niños crecen y al final la pareja unida es la que deberá ser capaz de disfrutar el resto de la vida. Así que, mamabitxo, junto a tratar de ser un excelente padre, ese es mi principal reto!
¡Pero compensa!
Cuánto dolor hace esa frase cuando estás cansado después de un mal día, tu pareja está igual que tú y a tu pequeño, sin saber muy bien que le pasa, le están dando ataques de gritos y lloros. La realidad es que esos días te apetece meterte en la cama y deseas que llegue mañana.
Me explico: considero que el amor es egoísta. En lo general, amamos a quién nos ama, a aquél que nos aporta algo a cambio de nuestro amor. Sé que suena “feo” pero es difícil dar amor aquel que te hace sufrir. Sin embargo, por tu bebé no ocurre lo mismo. Es difícil cuantificar a lo largo de un día cuántas cosas buenas te da, un abrazo, un beso, una sonrisa…pero la mayor parte del tiempo vas detrás de él, casi sin haber dormido. Es difícil que te haga caso, que esté tranquilo, darle de comer, de cenar, bañarle… hay tantos momentos que te “roba” tanta energía.

Con el nacimiento de babybitxito, he descubierto un nuevo sentimiento: la capacidad de amar, incluso cuando no puedes más!! Por lo que puedo afirmar, un tiempo después, que: ¡compensa!
Mamabitxo, lo estás haciendo genial en todos los sentidos. ¡Te amo!
Babybitxito, gracias por enseñarme un nuevo sentimiento. ¡Te quiero incondicionalmente!
Un abrazo,http://www.paulapellicer.com/
Papabitxo
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